- Ahora como actriz internacional y protagonista de una telenovela colombiana muy exitosa, ¿cómo te sientes?
- Muy feliz. Cuando aún no sabía si el personaje era mío, recuerdo que pensaba que si a mí me daban este personaje sería la oportunidad que yo creo que cualquier actriz está esperando. Como cosa del destino, gracias a Dios, aquí estoy.
- Una venezolana en otras tierras, ¿cómo te ha recibido el público con este personaje tan malvado?
- Me daba mucho miedo que el público me recibiera mal, porque si interpretas a una villana extrema, los televidentes pueden llegar a odiarte y si el personaje es una niña buena, entonces te tratan de “ay pobrecita”. Es una línea muy delgada; además, este personaje en particular vive con una vieja rencilla, tiene una venganza, una misión superior; todos estos elementos hicieron más laborioso el trabajo actoral, con el fin de lograr el punto exacto para que Renata se viera y se sintiera humana y no una villana más, que tuviera una razón para justificar sus actos de maldad. Al final es divertido porque la gente me ve en la calle y me dice que soy muy mala, pero me lo dicen con cariño; esa dualidad es perfecta y logré lo que quería, que los televidentes fueran mis cómplices. Eso es muy gratificante.
- ¿Revisaste la versión original, y de allí te inspiraste para hacer tu personaje?
- No, solo vi parte del primer capítulo antes de hacer el casting pero cuando ya se hizo público que yo había logrado el papel, empezamos a prepararlo con los directores y no quise indagar más porque no quería hacer algo exactamente igual. Nunca voy a poder ser una persona completamente diferente a ella y además quería que fuera nuestra versión.
- ¿Cómo es la química con los compañeros de trabajo?
- Con Juan Manuel (Mendoza) es súper. La verdad me ha costado realizar este personaje porque me divierto todo el día, me dicen “Nella”. Con “Victor Mallarino” imposible grabar, es un niño grande, cada vez que dicen 5 y acción me lanza un chiste y ya no puedo verlo con odio. De todos estoy aprendiendo. La actriz Viky Hernández, quien hace de mi abuela, es toda una señora actriz y yo estoy como una esponjita absorbiendo y aprendiendo de todo. Estaba tan asustada y a la expectativa de la aceptación que recibiría, pero todos me han tratado como si tuvieran toda la vida conociéndome, me han apoyado y de verdad he sentido respaldo del elenco.
- ¿Proyectos adicionales a la telenovela? ¿Has podido hacer teatro allá?
- No, me absorbe por completo este proyecto. Antes de entrar en La Traicionera, participé en ocho capítulos en la serie “Los Caballeros las prefieren brutas”. Ya cuando empecé aquí no quise comprometerme con ningún otro, porque me concentro en lo que estoy haciendo y el poco tiempo libre que tengo me gusta utilizarlo para mí, para mis cosas, para descansar, y cuando tengo un fin de semana libre corro a Venezuela, recargo energías y regreso de nuevo al trabajo. Cada vez que puedo me gusta venir a mi país.
- ¿Tienes otras propuestas de trabajo en el vecino país?
- Han hablado con mi manager. Hay varias propuestas, pero la primera opción la tiene Fox. Aún no hay nada concreto, me quedan algunos meses de grabación. Todo dependerá del personaje y de si tengo tiempo de descansar, porque este personaje ha sido muy duro y necesito desprenderme de él completamente. NP